Lo malo de que el Carcassonne lleve tanto tiempo entre nosotros es que lo obviamos. Pero eso no quiere decir que no sea un buen juego, así que hoy traemos una reseña de un juego «viejoven«: un clásico que siempre está en las estanterías de las tiendas, esperando para rellenar un hueco libre de una estantería perdida y amenizar las veladas con vuestros seres queridos.
Aprovechamos que Devir acaba de sacar la nueva edición Carcassonne 2015 con un pequeño cambio estético e incluyendo las expansiones: el abad y el río.
Carcassonne es el hogar de los meeples: esas figuritas de madera con forma de humanitos antes de dar un abrazo. Creado por Klaus-Jürgen Wrede, para 2-5 jugadores mayores de 8 años, con una duración de 30-45 minutos, dependiendo de si a alguno se le para el cerebro intentando colocar una loseta o un seguidor. Editado en nuestro país por Devir y ganador de premios tan prestigiosos como el Spiel Des Jahres de 2001. Nosotros tenemos la versión de 2008, pero salvo una modificación en las reglas y cambios estéticos, es el mismo juego.
Contenido
Contenido breve y de buena calidad: madera y cartón.
- 72 losetas de cartón para crear el mapa.
- 8 meeples de madera por cada uno de los 5 colores.
- Tablero marcador de puntos.
- Manual de instrucciones.
¿Jugamos?
Si aún no sabes jugar a Carcassonne, te lo contamos rapidito. Para lo demás, las reglas.
Por turnos los jugadores cogen una loseta de territorio al azar y la colocan en la mesa junto a las demás, en un lugar en el que encaje: continuando un camino, un castillo, un campo… Mínimo uno de sus 4 lados tiene que tocar otra pieza que ya esté en la mesa.
El jugador que pone la pieza podrá elegir si poner uno de sus seguidores en ella, que pasará a llamarse:
- Granjero: Si se sitúa sobre el campo verde.
- Caballero: Dentro de un castillo.
- Ladrón: Sobre un camino.
- Monje: En un claustro, que nosotros llamamos abadía.
Un seguidor no puede ocupar el mismo camino, castillo, campo o claustro que otro, salvo que se junte después.
Cada vez que se cierra un camino, un castillo o las 8 losetas alrededor de un claustro, se recupera el meeple y se puntúa por él en el tablero marcador de la siguiente manera:
- Camino: 1 punto por cada segmento.
- Ciudad: 2 puntos por cada loseta de ciudad que pertenece a ella, salvo si tiene escudo que valdrá el doble.
- Claustro: 9 puntos al rodearlo entero de losetas.
Los granjeros no se recuperan nunca, ni tampoco los seguidores que estén sobre caminos, castillos o claustros inacabados. Y puntúan al final de la partida, cuando ya no hay más losetas, de la siguiente manera:
- Granjero: 3 puntos por cada ciudad cerrada en su granja. Puntúa sólo el que tenga más seguidores en la granja o en caso de empate puntúan todos igual.
- Ladrón: 1 punto por cada segmento de camino.
- Caballero: 1 punto por cada trozo de ciudad o 2 si tiene escudo.
- Monje: 1 punto por cada loseta que rodea al claustro, más 1 por el propio claustro.
Conclusiones
Carcassonne es un juego que engancha. Es tan fácil de explicar, de jugar y tan rápido que en seguida le salen los seguidores :D. La rejugabilidad es muy alta, puesto que cada vez se forma un nuevo mapa y no pierde emoción jugando a dos o a cinco.
Si te cansas de él siempre puedes comprar alguna de las tropecientas expansiones que tiene, que añaden y modifican reglas para hacerlo más divertido.
Es una apuesta segura para regalar o para aquellos que no estén muy seguros si les gustarán los juegos de mesa. Suele tener una aceptación alta en grupos. Como puntos no tan positivos, puede hacerse repetitivo por la limitación de las reglas y el recuento final siempre es un poco tostón.
Si quieres saber más sobre Carcassonne o votarlo si ya lo conoces, visita la página de Carcassonne de Garesys.
¡Le damos un 8 porque nos ha dado muy buenos momentos!