Bluff Party es un juego de fiesta creado por Christian Lemay e ilustrado por Olivier Fagnère, viene en una caja de lata pequeña y manejable. Permite jugar de 4 a 50 jugadores, a partir de 12 años. Un juego de Cocktail Games.
Contenido
El contenido es breve:
- 50 cartas de desafíos.
- 2 cartas de reglas.
- Una carta de «No leer las cartas antes de jugar», que recomendamos poner encima como aviso.
¿Cómo se juega?
Bluff Party es muy sencillo. Demasiado sencillo. Y es que en su dificultad no radica la diversión, sino en las pruebas disparatadas que tendremos que hacer para ganar puntos.
Al comienzo del juego se reparte una carta por cada jugador, que deberá leer y mantener oculta a ojos ajenos. Cada carta tiene 3 desafíos: el fácil, el intermedio y el difícil. Cada uno de ellos dará 1, 2 o 3 puntos, respectivamente. Si algún desafío no se puede hacer, por imposibilidad material o física, se cambia la carta. Por ejemplo: nos ponen que tenemos que beber un vaso de leche y somos intolerantes a la lactosa.
El objetivo del juego es conseguir el máximo número de puntos posibles. Los puntos se consiguen de dos maneras: completando los desafíos y desenmascarando a otros jugadores. Completar los desafíos dará los puntos que pone en cada uno, y desenmascarar a otros puede dar 2 puntos, si es real, o quitar 1 punto, si la denuncia es falsa.
Por consenso se elige una duración del juego. Por ejemplo 2 horas, hasta terminar de cenar, lo que dure este otro juego al que estamos jugando… El límite lo pone el grupo.
Al terminar la partida se contabilizan los puntos. Lo suyo es que sea en un sitio visible para todos: una hoja, una pizarra. Si hay algún listillo que se hace toda una tarjeta, puede coger otra y señalar a los demás riéndose.
Conclusiones
Bluff Party es un juego de fiesta sin muchas más pretensiones que pasar un buen rato. Como juego de mesa se queda corto, porque más bien es un juego para hacer el tonto.
Aunque las cartas de desafíos están señaladas de la A a la E, teniendo 10 en cada grupo, al final se repetirán las cartas, así que tiene una vida útil relativamente corta, sobre todo para los anfitriones que acabarán sabiéndose los desafíos.
También puede convertir la velada en algo absurdo: de repente alguien se chupa el dedo durante 20 segundos, o recita un poema, o se pone a dar un masaje a otro. Al final, en lugar de pasarlo bien estás a la caza del desafío de los demás y, sinceramente, se puede convertir en algo muy estúpido.
Sin embargo es un juego muy llamativo, que puede dar lugar a situaciones muy graciosas y fácil de transportar para fiestas y viajes. ¡Y los dibujos de patatas son geniales!
Le damos un 5 porque no es un juego que saquemos mucho, tampoco es un juego que recomendemos. Alguna vez sí lo hemos pasado bien, pero siempre se convierte en algo un poco extraño, que hasta lo han tenido que poner en las reglas: «Este juego es, ante todo, para diversión de los participantes. Por favor, respetad la integridad física, la seguridad y la dignidad de cada persona, en todo momento«. 😀
¿Quieres saber más, votarlo o conseguirlo al mejor precio? Visita la página de Bluff Party.