Carcassonne es uno de esos juegos que todo el mundo tendría que tener en su ajuar de juegos de mesa. Tremendamente adictivo, lleno de posibilidades y muy divertido. Fácil de aprender y rápido de jugar.
Los jugadores tendrán que ir descubriendo el mapa (sacando fichas de terreno) y colocando en ellas sus personajes, haciéndose dueños de castillos, abadías, pastos o caminos. El objetivo es conseguir más puntos que los demás cuando no quede más terreno que descubrir: siendo el que más castillos termine y tenga más caballeros en ellos, más losetas de camino posea con sus ladrones, más pastores tenga en las zonas conlindantes a castillos cerrados o más abadías maneje con sus monjes, con todo el terreno de alrededor descubierto.
La saga Carcassonne además tiene más de 20 expansiones con las que ampliar el divertido mundo de la construcción de castillos.