De 2 a 4 ambiciosos romanos abandonan su aldea en dirección a Roma, el centro del gran Imperio Romano. Allí esperan encontrar felicidad y riqueza. Como en la vida misma, existen numerosos caminos para alcanzar tus objetivos. ¿Acabarás tus días como un laborioso agricultor felizmente casado?, o ¿serán el cultivo y el comercio los que te brinden la posibilidad de construir un ejército de centuriones o de reclutar sacerdotisas? ¿Recompensará el Emperador tu duro trabajo o necesitarás del apoyo de los ciudadanos de Roma para alzarte con la victoria? Innumerables son los caminos hacia la Fortuna.
Un turno de Fortuna consiste básicamente en 3 pasos: llevar a cabo una de tus tres acciones, intercambiarla por una acción que tenga disponible otro jugador y atender a la demanda del emperador lanzando los dados y entregando recursos. Si aportas los recursos idóneos recibirás cartas de privilegio que serán determinantes al final de la partida.
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