Los pastos están llenos de ovejas que necesitan ampliar horizontes, conocer mundo y expandir su reino ovejil.
Batalla de Ovejas es un juego abstracto para 2-4 jugadores, bastante rápido y fácil de aprender, creado por Francesco Rotta y editado en nuestro país por Lúdilo. Hoy os traemos la reseña gracias a Lúdilo que nos ha facilitado una copia.
Contenido
Si queréis ver qué encontraréis en la caja, os dejamos nuestro vídeo del unboxing, con sorpresa peluda al final. No penséis mal… 🙂
Lo primero que llama la atención es la buena calidad de la cuna de la caja y que no hay que destroquelar nada. El contenido es breve:
- 16 losetas de terreno
- 64 fichas de ovejas (16 de cada color)
- Libro de instrucciones en varios idiomas
Las losetas son de cartón grueso y las fichas de las ovejas son de plástico duro de muy buena calidad.
¿Cómo se juega?
Jugar es muy sencillo, se explica en un minuto. El juego se divide en 2 rondas: colocación del tablero y mover las ovejas.
Preparación: Cada jugador coge las 16 fichas circulares de ovejas de un color: rojo, azul, blanco o negro y 4 losetas. Con 2 jugadores se jugará con un pasto de 8 losetas, con 4 jugadores se usarán las 16.
Colocación del tablero: Por turnos se colocan una a una las losetas de terreno. Tienen que tocarse al menos por un lado, es decir, sólo puede haber un campo de juego, que puede tener huecos. Tras esto se coloca cada pila de ovejas en uno de los bordes del campo, a elección de cada jugador.
Movimiento de las ovejas: Por turnos cada jugador tiene que dividir una pila de ovejas de su color y poner las ovejas lo más lejos posible en línea recta siempre dejando al menos una ficha en la casilla actual.
El juego acaba cuando ninguno de los jugadores puede seguir moviendo.
Puntuación: Se puntúa 1 punto por cada casilla ocupada por una de nuestras ovejas. Ganará el jugador que haya conseguido diseminar más ovejas. En caso de empate ganará el que tenga mayor número de ovejas juntas.
Conclusión
Es un juego que a dos es divertido, pero que gana con 3 ó 4 jugadores porque hay más posibilidad de cortar caminos y molestar.
La calidad de los componentes y los dibujos son muy buenos, de estos que te entran por los ojos, así que se hace una opción interesante para regalar. ¡Las ovejas son súper saladas! Además la cuna los mantiene bien ordenados los componentes y parece que la durabilidad puede ser grande. El problema lo vemos en la rejugabilidad, que quizá no sea un juego para jugar más que esporádicamente.
Es un juego fácil y con una estrategia y reglas sencillas por lo que podrá jugar niños sin dificultad. De hecho, es un juego bastante indicado para los pequeños ya que les ayudará a planear jugadas y sobre todo ¡A saberse la tabla del 4! 4 losetas, con 4 casillas cada una, 16 ovejas… Y además es rápido, con partidas de 10-20 minutos.
En algunos momentos de un vistazo se puede saber si se ha ganado o no, sin necesidad de mover las fichas, pero es recomendable jugar los turnos porque a veces se mete la pata y uno se puede encerrar a sí mismo si no hace las jugadas con cabeza.
Lo recomendamos para jugar en familia.