Saboteur es un juego de cartas fácil y rápido, lo que algunos llamarían «filler«. La palabra, fuera del mundo de los juegos de mesa no dice demasiado (salvo relleno en inglés), así que diremos que es un juego casual, pequeño, de reglas sencillas y que puede jugar casi cualquiera que tenga 2 minutos para escuchar unas reglas muy básicas.
Pueden jugar de 3 a 10 jugadores, a partir de 8 años y tiene una duración de 30 minutos. Ocupa realmente poco, más o menos como una baraja un poco grande, así que se puede llevar a cualquier parte, pero atado con una goma, porque la caja no sujeta las cartas, al menos en la versión que tenemos nosotros.
Se necesita una superficie plana para jugar (mesa, suelo…) y, en ella se jugará en una cuadrícula imaginaria, que se irá rellenando con las cartas de túnel según avance la partida.
Historia
Una mina, un grupo de enanos y la promesa de encontrar oro al final. Nada más emocionante. Para llegar al oro habrá que excavar túneles casi a ciegas, enfrentarse a derrumbamientos o problemas con el equipo de excavación de baja calidad y conseguir llegar antes que los demás.
Y por si fuera poco, puede haber enanos saboteadores que harán todo lo posible por entorpecer el camino. Estos malditos enanos estropearán los planes de los trabajadores incansables, ya que su único propósito es verles fallar.
Componentes
Pocos componentes: cartas, instrucciones y la caja que las recubre.
Tenemos estos tipos de cartas:
- Carta de salida: Tiene una escalera dibujada en ella, que es por donde entran los enanos a la mina.
- 3 cartas de destino: 1 con pepita de oro.
- 40 cartas de túnel.
- 27 cartas de acción (van mezcladas con las de túnel).
- 28 cartas de pepitas de anverso dorado, es decir, los puntos.
- 7 cartas de enanos mineros y 4 de saboteadores
¿Cómo se juega?
Primero se colocan 4 cartas en la mesa: la escalera de entrada y las 3 cartas de llegada (una de las cuales es oro) boca abajo, en una cuadrícula imaginaria de 9×5 (aunque puede crecer).
Se reparte un personaje a cada jugador que se mantendrá oculto de los demás jugadores. Dependiendo del número de jugadores se usan las siguientes cartas (de túnel y acción) y personajes:
Jugadores | Saboteadores | Mineros | Cartas a repartir |
---|---|---|---|
3 | 1 | 3 | 6 |
4 | 1 | 4 | 6 |
5 | 2 | 4 | 6 |
6 | 2 | 5 | 5 |
7 | 3 | 5 | 5 |
8 | 3 | 6 | 4 |
9 | 3 | 7 | 4 |
10 | 4 | 7 | 4 |
Por ejemplo, para una partida de 4 jugadores, se reparten 6 cartas a cada uno y se mezclan 4 mineros con 1 saboteador. Se reparte un personaje a cada jugador, así quedará una carta sin repartir que será una incógnita.
El resto de cartas se dejan en un mazo para robar. Al lado se pondrán los descartes.
El juego se juega en 3 rondas, en las cuales se vuelve a poner todo como al principio y se vuelven a repartir personajes. Un mismo jugador puede jugar como minero y saboteador en una misma partida.
Cada ronda
Cada jugador, por turnos puede hacer una de estas 3 acciones:
- Poner una carta de túnel
- Jugar una carta de acción sobre un jugador o sobre uno mismo
- Descartarse de una carta. Es decir, pasar.
Acto seguido tendrá que robar una carta.
El objetivo de los enanos es llegar a la pepita de oro excavando el túnel. El objetivo de los saboteadores es hacer que los enanos excavadores no consigan llegar al oro.
La ronda se acaba cuando se llega a la pepita de oro o no quedan cartas que jugar: se han agotado las cartas de la pila y las de la mano de los jugadores.
Al terminar una ronda se puntúa de la siguiente manera:
Si ganan los mineros buenos, se cogen tantas cartas de pepitas como jugadores (excepto si hay 10 que sólo se cogen 9 cartas) y se van pasando de minero a minero, empezando por el que ha llegado a la pepita. Puede haber jugadores que consigan 2 cartas. Los saboteadores no ganan puntos.
Si ganan los saboteadores, se les da 2 pepitas a cada uno.
Tipos de cartas
Cartas de túnel
Son las cartas que tienen un camino dibujado con distintas formas. Estas se tienen que encajar con las ya puestas, tanto en orientación como conexiones. Además se tienen que unir un camino ininterrumpido desde la entrada, no puede hacer saltos. Si un camino se destruye, no se puede poner en la parte que no está unida a la entrada.
Carta de rotura de herramienta
Una declaración de malas intenciones, eso es lo que son. Con ellas romperemos a algún enano alguna de sus herramientas: pico, quinqué o carreta. Se pueden usar sobre uno mismo, pero sería un suicidio.
Se dejan delante del jugador que las sufre. Dicho jugador no podrá seguir construyendo túnel, pero sí jugando cartas de acción o descartándose y robando.
Un mismo jugador puede tener varias cartas de rotura distintas delante de él, y para volver a excavar tendrá que arreglarlas todas.
Cartas de arreglo de herramienta
Las hay simples o dobles. Arreglan una (y sólo una) de las herramientas de rotura con las que coincidan. Se pueden usar sobre cualquier jugador, incluyendo uno mismo.
Carta de mapa
Con esta carta se podrá ver una de las cartas de destino. Como minero, la utilidad de esta carta es obvia, pero como saboteador es también muy útil: no dejar ganar a esos sucios y avaros mineros. 🙂
Carta de derrumbe
Esta carta de acción se juega sobre el tablero, eliminando una de las cartas de túnel puestas (salvo las de destino y salida, obviamente). De esta manera se pueden estropear mucho los planes de excavación de los pobres enanos mineros.
Conclusión
Saboteur es un juego ameno para enseñar a cualquier persona, habituada a jugar o no. Por su rapidez de asimilación de las reglas y partidas dinámicas, no os extrañéis si los recién bautizados con él piden la revancha.
Que haya saboteadores y enanos «buenos», le da un toque picante al asunto. Eso de tener que ocultar la identidad para poder jugar sin que te descubran y que se pueda cooperar o luchar, seas del bando que seas, es bastante divertido.
Lo mejor, sin duda son las discusiones que se montan en torno a lo que eres o no eres.
– ¡Se te rompe el pico!
– Pero, ¡que soy compañero!
– Qué mentirosooooo. ¡Pero si te has cargado dos veces el camino!
– Porque ibais mal, que sé dónde está la pepita de oro.
– Venga sí, pues que te ayude otro…
Lo peor es que se hace repetitivo. Sufre del efecto cinquillo, que es que es rejugable sólo hasta el momento en el que te apetece jugar al monopoly y eso, amigos, es un mal síntoma.
En garesys le ponemos un 7 porque ha salido muchas veces del armario en busca de aventuras y las cartas están ajadas y maltrechas de tanto usarlas.
Es un juego ideal para viajes, por su reducido tamaño, y barato. Por menos de 20€ te puedes hacer con una copia.